Presentación


Este blog se crea con el objetivo de dar a conocer una nueva visión del ser humano, mostrándolo como una globalidad de funcionamiento que debe respetarse, pero también tiene como objetivo provocar la “reflexión” (Reflexología Celular es el nombre de la técnica, más adelante también hablaremos del por qué de este nombre).

Nos gustaría que todas las tomas de conciencia que nosotros hemos ido realizando a lo largo de nuestro trabajo, basado en el estudio de los “cómos” y “por qués” de un referencial común a todos los seres humanos y además invariable desde su descubrimiento en el año 1985, el Organigrama Holoenergético, (fruto de la investigación y puesto en evidencia por los doctores Claude Piro y André Secondy) sirvan para espolear vuestra curiosidad y provocar así inquietudes coherentes y lógicas, que respondan a ese punto común que todos los seres humanos tenemos y llevamos impreso desde nuestra concepción, cuando solo éramos una primera célula…

miércoles, 6 de noviembre de 2013

¿Venimos de otro mundo?

No, nos hemos vuelto locos, la pregunta tiene su sentido y razón de ser, porque  aunque todos sabemos cómo nos reproducimos,  quizás no todos nos hayamos dado cuenta de que realmente nuestro origen está  en “otro mundo”… el mundo uterino.

Si nos fijamos bien, nuestra existencia comienza en un mundo muy distinto del que tenemos por destino, el mundo aéreo, nada que ver, ya que…¡nos construimos en un mundo acuático!, un universo cerrado que deja de existir como tal, después del parto.
El origen de cada uno de nosotros comienza en una   primera célula, fruto de la unión del espermatozoide con el óvulo, este hecho en sí mismo es  un verdadero big-bang  que se produce fuera  del útero, en una de las trompas de Falopio. Desde ese instante y desde el minuto cero, comienza la división y multiplicación celular que en el mundo uterino no finaliza hasta el nacimiento del nuevo ser.
¿Y qué pasa en esos aproximadamente nueve meses?
En primer lugar se ha formado una primera célula con un capital genético diferente a todas las demás, esa célula tiene un ADN con informaciones procedentes del padre y de la madre, informaciones que van a construir un ser único  en el mundo al que va destinado, el mundo solar.
Dichas informaciones le indican que lo primero que debe hacer cuando llegue al útero, cinco días después  más o menos desde la concepción, es asegurar su propia supervivencia,  para ello crea una placenta (proceso de anidación). Después creará el cordón y el feto, y todo esto lo hace sin pararse a pensar, simplemente porque está  inscrito en el ADN de la primera célula, de la que partirán todas las demás que se van  formando, ya que todas contienen las mismas  informaciones genéticas  que la célula inicial.
Al estar fuera de ese mundo en construcción, tenemos la posibilidad de contemplar la totalidad de lo que contiene ese útero en  una mujer embarazada, y es fácil  observar que el “ser” que contiene en realidadestá formado por  tres estructuras diferentes y con distintas funciones.  Esta trinidad  que compone el “ser” es funcional, gracias al respeto de las diferencias que existen entre ellas, pero siempre trabajando sobre un objetivo, un punto común semejante en las tres.
Sin embargo, para comprender plenamente el sentido y la finalidad de este trabajo, debemos situarnos dentro de este útero grávido, por tanto, sin el conocimiento que se puede tener desde el exterior:

-La placenta, es la única estructura preparada para funcionar dentro del útero materno y de su funcionamiento depende el desarrollo  del  feto. Podríamos decir que es una estructura activa, funcional, es decir, existe, la podríamos considerar la parte física, materializada del ser.
-El feto, una estructura pasiva, no puede existir en el mundo uterino, se deja hacer, está en construcción, ninguno de los órganos que tiene pueden funcionar, porque no están adaptados al mundo en el que se encuentra, tiene manos, pies, ojos, pulmones…pero ninguno de ellos tienen utilidad alguna en un medio acuático y sin embargo, el feto es el objetivo,  la finalidad del tiempo del universo uterino. Tiempo durante el cual, la placenta no dejará de  trabajar ni un solo instante, sin conocer nunca qué es aquello para lo que trabaja incansablemente y que poco a poco le va restando su espacio, pues la muerte de la función placentaria  indica el comienzo del parto.
Frente a la placenta y en oposición a ella, podríamos decir que el feto es la parte metafísica del ser, destinado a materializarse por sus acciones y funcionalidad en otro mundo, diferente del acuático que le contiene y permite su  construcción a través de la placenta.
-El cordón, su misión es la de mantener unido al feto con la placenta  y viceversa, permite  la comunicación, la relación  entre ambas estructuras, a través de él pasan las informaciones en ambos sentidos, estableciendo el intercambio respetuoso, el equilibrio del ser.
¿Pero y cuando el embarazo llega a su fin?
Cuando el tiempo del embarazo se termina, una parte de ese “ser” muere, la placenta deja de producir las hormonas necesarias que  luchaban contra el rechazo materno, lo que desencadena el nacimiento del feto en el mundo aéreo, donde será funcional después de que sea estimulado por el aire y la luz, lo que le permitirá existir en este mundo.
Por analogía, ese bebé será como la primera célula del ser, pero en el mundo solar, de hecho tiene el mismo capital  genético que la primera célula que llegó al mundo uterino, el mismo que la placenta, que el cordón y que el feto, ya que una de las características de la división y multiplicación celular es que las informaciones  del ADN se transmiten  de manera  idéntica, todas las células comparten el mismo ADN. Cuando el bebe nace, lo único que ha hecho es cambiar de mundo, su capital genético sigue siendo el mismo,  es como si lo hubiéramos cambiado de una mano a otra.  Pero en el nuevo mundo, en este caso el mundo solar, tendrá las mismas instrucciones que tuvo en el mundo uterino para el desarrollo del ser, es decir, desarrollar una parte física funcional porque está adaptada a este mundo y una parte metafísica que será funcional en otro mundo, desconocido , pero que al igual que el feto era el objetivo durante el tiempo del embarazo, ahora será  el objetivo durante el tiempo de esta existencia.
La salud la podemos considerar como el testigo del desarrollo del ser humano durante su tiempo de existencia, que debería  transcurrir en armonía entre su parte física y su parte metafísica:
"Lo que materializamos aquí a través de nuestras acciones, (como la placenta in útero), es de vital importancia para la viabilidad de otro “feto” en otro mundo diferente del mundo que conocemos".


1 comentario:

  1. Fantástica explicación de lo que realmente somos como seres humanos.
    Un saludo

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