La Reflexología Celular, su ayuda y las terapias alternativas

El  trabajo en Reflexología Celular, te pone en contacto con muchas personas que han probado e incluso han sido “maestros” de un gran número de técnicas y terapias alternativas, las cuales, no les han servido más que para incrementar su “poder personal” amén de hacer crecer al personaje que llevan dentro desde la más tierna infancia.

Sin embargo, poco o nada les han ayudado estas técnicas ¿por qué? Son personas que están rozando la locura permanentemente, no es que estén en contacto con el Universo, sino con lo que existía antes del mismo, por eso nos pueden decir qué debemos hacer, cómo y cuándo, ellos saben lo que hay que hacer ante cualquier acontecimiento de la existencia. El único problema es que no pueden enseñar lo que saben, su conocimiento no es transmisible.

Es muy difícil hablar o discutir con este tipo de personas, totalmente inútil, ya que,  debido a su “patología” no tienen la posibilidad de escuchar. En realidad, no escuchan porque no pueden hacerlo, es imposible para ellos.  Lo único que podría ayudarles, es hacer una toma de conciencia importante y comprender la necesidad de aceptar que ese personaje que han creado y que quieren hacer existir muera, sería la única forma de escuchar para entender algo, pero como si fueran un niño, como si acabaran de nacer…. este tipo de personas jamás “han nacido a la existencia” que conocemos, seguramente a causa de su entorno, probablemente los padres que han querido que ese hijo realizase lo que ellos no pudieron hacer, que ese hijo materializase sus deseos.

Es suficiente que los padres se hayan lamentado delante de ese hijo,  de cualquier tipo de situación que estuvieran viviendo y que se comparasen con el entorno, para que se establezca en él  un programa de existencia dirigido únicamente para  “tener poder, un poder”. Desde ese momento, hará todo para adquirirlo, sin importar nada ni nadie que se cruce en su camino y así es como se pone en competición con todo lo que siente que le domina y así poder dominar él.

Si lo que nos domina es el Universo, ellos en su cabeza tienen la posibilidad de dominarlo y es lo único que podemos entender cuando este tipo de personas hablan…ellos saben, ellos saben lo que es necesario hacer.

Sin embargo, la pobreza relacional que tienen es enorme,  pues no pueden relacionarse con personas que sean diferentes dentro de lo semejante, no, sólo se relacionarán con personas diferentes y sin ninguna similitud con ellas, así se sentirán siempre por encima de los demás, y justamente es esa actitud la que les impide escuchar y aprender.
Seguramente tendrán relaciones muy agradables con personas que les consideren “un Dios”, así no habrá problemas, pero si alguien les sitúa de igual a igual, entonces cortarán esa relación de forma radical, pues en su mente se consideran seres superiores que saben más que el propio Universo.

Quizás alguno estéis pensando: .- pobres personas.- pues no, no lo son, para ser pobre hay que existir y no es el caso de este tipo de personas, por tanto, no se les puede ayudar, ya son demasiado  perfectos….

¿Por qué la Reflexología celular es una ayuda en la existencia?

Ayudar a existir no es “resolver” la existencia, ni la casuística que nos puede acontecer en nuestro día a día, ni tan siquiera los síntomas que nos puedan afectar.

 La situación política actual, prácticamente mundial, nos brinda un ejemplo claro del patrón o modelo que se identifica con el término “ayuda” en la sociedad actual.  Vivimos en la creencia de que “una ayuda” tiene el cometido de ser algo que resuelva de manera drástica y permanente el  acontecimiento que estemos viviendo o padeciendo, esta forma de pensar nos lleva a CREER que de no ser así, el sistema no es válido o tiene carencias, es decir, nos conduce obligatoriamente a responsabilizar siempre a “los demás” de nuestra situación, sin darnos cuenta que con esa actitud pasamos de ser adultos responsables, a niños, sin ninguna posibilidad de acción ni reclamación, por tanto, sin la opción de cuestionar su irresponsabilidad, ni como sociedad, ni grupo de trabajo, ni familiar…etc.

Para tener un punto común de partida y no caer en la trampa de la interpretación de “las palabras” y entrar en un bucle que no nos conduzca a nada, veamos qué significado tiene la palabra “AYUDA” en el diccionario: Acción que una persona o entidad hace de manera desinteresada para otra por aliviarle el trabajo, para que consiga un determinado fin, para paliar o evitar una situación de aprieto o riesgo que le pueda afectar, etc.

Bien, pero, qué tal si a la vez de “pedir ayuda” se hiciera el ejercicio de preguntarnos cada uno el ¿por qué hemos llegado a ciertas situaciones en nuestra existencia? La pregunta, deja abierto como mínimo, un esbozo de respuesta….y si fuésemos capaces de escuchar para entender y no para responder, la toma de conciencia de nuestros actos sería inmediata además de paso imprescindible para  aceptar cambiar y evolucionar y no perder el tiempo ni hacerlo perder a los demás repitiendo los acontecimientos una y otra vez, pues comparten un mismo fondo que no evoluciona en el tiempo, sólo aparentemente, lo cual obliga a que lo único que cambien sean las formas (actores y escenarios).

Hecha la introducción, desde la simple definición que se hace en el diccionario de la palabra “ayuda” y aunque me gustaría matizar alguna de las palabras que se utilizan en dicha definición (para no caer en hermetismos que sólo conducen a errores y pérdidas de tiempo) donde dice  –“de manera desinteresada”-  para la Resfo sería: de manera neutra, base principal para la aplicación de nuestra técnica. No hay ni debe haber ningún tipo de interés por parte del terapeuta en dirigir el resultado del tratamiento, sencillamente se hace una escucha activa de las respuestas que emiten las células durante la aplicación del protocolo. Como las carencias las expresan las células y no la mente de la persona,  la necesidad que expresan es exacta y en la realidad de ese momento, así la ayuda se produce únicamente en relación directa a la demanda, no somos ni altruistas ni egoístas…no damos de más ni de menos, ni tampoco hay nada que imaginar.

En esto consiste nuestra ayuda, en reactivar herramientas propias a cada sujeto, adaptadas a la realidad del tiempo de existencia de cada uno, para aliviar este trabajo y conseguir un determinado fin (que no conocemos) para paliar y evitar una situación de riesgo que le pueda estar afectando sin ser conocedor de ello, pues la mente, no tiene la posibilidad de saber ni comprender nuestro funcionamiento celular…aún peor….cree que lo sabe todo, cuando lo único que realmente puede conocer  y saber es cómo manipular e imponer, sin respetar el tiempo necesario a cada persona para el trabajo de fondo y su evolución.

                             

RESFOSALUD NOVIEMBRE 2019.